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El primer día de bitcoin como moneda de curso legal en El Salvador comenzó con la caída del sistema, ya que la billetera oficial @chivowallet debió ser desconectada por el gobierno del presidente Nayib Bukele.

“Por unos momentos no funcionará @chivowallet, la hemos desconectado mientras aumentamos la capacidad de los servidores de captación de imágenes. Los problemas de instalación que tuvieron algunas personas fueron por esa razón”, anunció Bukele esta mañana mediante la red social Twitter.

Por unos momentos no funcionará @chivowallet, la hemos desconectado mientras aumentamos la capacidad de los servidores de captación de imágenes.

Los problemas de instalación que tuvieron algunas personas fueron por esa razón.

Preferimos corregirlo antes de volver a conectarla. — Nayib Bukele ���� (@nayibbukele) September 7, 2021

El presidente de El Salvador dijo que prefieren corregir el problema “antes de volver a conectarla” y advirtió a los ciudadanos que “cualquier dato que traten de ingresar en este momento les dará error”.

“El sistema está desconectado mientras se aumenta la capacidad de los servidores. Es un problema relativamente sencillo, pero no se puede arreglar con el sistema conectado”, completó.

Bitcoin moneda legal en El Salvador

El Salvador se convirtió esta martes 7 de septiembre de 2021 en el primer país del mundo en reconocer el bitcoin como moneda legal, en medio de un fuerte escepticismo y advertencias de economistas y organismos financieros internacionales.

El Gobierno de Bukele asegura que la polémica medida contribuirá a la bancarización de la población y evitará una pérdida de 400 millones de dólares en las remesas que los salvadoreños envían desde el extranjero y que representan el 22% del PBI, aunque algunos expertos lo cuestionan.

En El Salvador, que dolarizó su economía hace dos décadas, la mayoría de los 6,5 millones de habitantes rechaza el bitcoin impulsado por Bukele y prefiere seguir usando el billete verde, según las últimas encuestas.

Siete de cada 10 salvadoreños señalaron estar “en desacuerdo o muy en desacuerdo” con el bitcoin, que circulará a la par del dólar, indicó un reciente sondeo de la Universidad Centroamericana ( UCA) que consultó a 1.281 personas a mediados de agosto.

Un 65,7% de los más de 1.500 consultados en otro sondeo del diario La Prensa Gráfica dijo desaprobar la criptomoneda.

La directora del Instituto de Opinión Pública de la UCA, Laura Andrade, asegura que la población se resiste porque no lo considera una vía para mejorar su situación económica.

El sondeo de la UCA indicó que un 65,2% de la población no está interesada en descargar la billetera electrónica “Chivo” necesaria para hacer compras y ventas en bitcoins, y no está de acuerdo en que el Gobierno otorgue el equivalente a 30 dólares como estímulo a los usuarios de la criptomoneda, como ha decidido.

“Ese bitcoin es una moneda que no existe, es una moneda que no va a favorecer a los pobres sino a los acaudalados, porque uno de pobre, ¿qué puede invertir, si a duras penas tenemos para comer?”, dijo José Santos Melara, un veterano de la guerra civil (1980-1992) que el viernes participó en una protesta contra la criptomoneda, informó la agencia de noticias Telam.

Pero Jorge García, un peluquero de 34 años que usa el bitcoin hace tres años, cree que “tiene futuro” y espera que “suba su valor”.

La Asamblea Legislativa, alineada con Bukele, aprobó en junio la ley bitcoin y a fines de agosto avaló un fideicomiso de 150 millones de dólares para garantizar la “convertibilidad automática” del bitcoin al dólar.

El bitcoin tendrá por ley un poder “libertario ilimitado en cualquier transacción”.

La ley establece que el tipo de cambio entre la criptomoneda y el dólar “será establecido libremente por el mercado” y obliga a “aceptar bitcoin como forma de pago”.

El Gobierno instala a través del país más de 200 “puntos Chivo”, cajeros automáticos de bitcoin, algunos custodiados por el Ejército para prevenir posibles daños de opositores.

Economistas y organismos como el Banco Mundial, el FMI y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) son escépticos sobre la adopción del bitcoin como moneda junto al dólar.

Tendrá un “impacto negativo” en las condiciones de vida de la población dada la “alta volatilidad del precio de la cotización”, e “incidirá en precios de los bienes y servicios”, asegura el economista Óscar Cabrera, de la Universidad de El Salvador y expresidente del Banco Central de Reserva de El Salvador.

En tanto, la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) afirmó que el hecho de ser determinado “exclusivamente por el mercado” torna al bitcoin “altamente volátil” .

Alentado por una elevada aprobación ciudadana, pero criticado por varias medidas consideradas autoritarias y que afectan la independencia entre los poderes del Estado, Bukele defiende su decisión y tildó de “torpe” a la oposición por “meterle miedo” a la población sobre la criptomoneda.

El Salvador de Bukele se convierte en un laboratorio de bitcoin

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Los ojos de los amantes de la tecnología de todo el mundo están puestos este martes en El Salvador. El pequeño país, de poco más de 6,4 millones de habitantes, se ha convertido en el primero del mundo en adoptar el bitcoin como moneda de curso legal, como estipula una ley que fue aprobada de manera exprés en junio pasado por el Parlamento, controlado por el partido del presidente Nayib Bukele, sin dar muchas explicaciones a los salvadoreños. La decisión de legalizar la circulación de esa moneda, que junto al dólar estadounidense será la divisa oficial, se produjo hace tres meses, unos días después de que el mandatario anunciara su plan en una conferencia internacional sobre dinero virtual celebrada en Miami.

La bitcoinización de El Salvador ha arrancado con una caída del sistema y con grupos de salvadoreños manifestándose en contra de la implementación de la cibermoneda, mientras Bukele pedía paciencia para superar los problemas técnicos. “Mejor despacio y con buena letra”, escribió el mandatario en su cuenta de Twitter. “Como toda innovación, el proceso del bitcoin en El Salvador tiene una curva de aprendizaje. Todo camino hacia el futuro es así y no se logrará todo en un día, ni en un mes. Pero debemos romper los paradigmas del pasado. El Salvador tiene derecho a avanzar hacia el primer mundo”, había advertido el presidente el lunes.

Frente al entusiasmo con el que el Gobierno de Bukele ha promovido el uso de la moneda virtual, una medida muy bien acogida entre la comunidad geek (amantes de la tecnología) internacional, muchos salvadoreños ven con preocupación cómo su país se convertirá en un laboratorio mundial de la cibermoneda, con la incertidumbre que eso supone. Además, las reglas de funcionamiento no están del todo claras. El presidente dijo que el uso del bitcoin será opcional, pero en el texto de la ley se lee que “todo agente económico” está obligado a aceptarla “como forma de pago cuando así le sea ofrecido por quien adquiere un bien o servicio”.

Para poder usar el bitcoin, los salvadoreños deberán descargarse una cartera virtual denominada Chivo Wallet (Cartera Chivo, una palabra que en ese país se usa para describir algo “chévere” o “guay”). Con esa aplicación, los ciudadanos podrán sacar dólares de los 200 cajeros automáticos (’puntos Chivo’) que el Gobierno ha instalado en todo el país. Además, quienes se descarguen la aplicación en sus celulares recibirán un bono equivalente a 30 dólares en bitcoin, que no podrán convertir en dólares.

La ley indica, además, que el tipo de cambio entre esas dos monedas “será establecido libremente por el mercado”, lo que ha generado preocupación entre ciudadanos y expertos por la volatilidad de una moneda que no es de uso oficial en ningún otro país del mundo. Bukele sigue gozando de unos niveles de popularidad altísimos, por encima del 70%, pero la decisión de adoptar el bitcoin, que anunció en una conferencia en Miami y en inglés, ha generado las suspicacias dentro y fuera del país.

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Varias encuestas publicadas en las últimas semanas muestran que la mayoría de la población rechaza la medida. Uno de los sondeos, del Instituto Universitario de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana, indicaba que el 66,7% de los salvadoreños creía que la Ley bitcoin debía ser derogada. Además, el 78,3% de los ciudadanos dijo no estar interesado en descargar la aplicación Chivo Wallet, mientras que el 71,2% aseguró que prefería utilizar el dólar.

Por otra parte, distintos grupos de ciudadanos han salido a las calles en los últimos meses para pedir la derogación de una medida que consideran impuesta y que generará “inseguridad jurídica” y “podría ser utilizada para estafar a los usuarios y facilitar el lavado de dinero y activos”, como dijo Idalia Zúniga, del Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular, en una de esas protestas.

Un grupo de salvadoreños participa en una manifestación contra la implementación del bitcoin como moneda oficial en El Salvador. MARVIN RECINOS / AFP

Bukele argumenta que la adopción de la criptomoneda beneficiará económicamente a los salvadoreños, especialmente a quienes reciben remesas del extranjero. En agosto, el mandatario señaló que los ciudadanos de su país en el exterior pagan anualmente “400 millones de dólares en comisiones” para enviar dinero a sus familiares. “Solo ese ahorro será un beneficio enorme para nuestra gente (o al menos para quien así lo desee)”, escribió en su cuenta de Twitter.

Según fuentes oficiales, las remesas benefician a 1,63 millones de ciudadanos. Solo en 2020, los envíos de los salvadoreños en el exterior sumaron más de 5.900 millones de dólares (casi 5.000 millones de euros), lo que representa más del 20% del producto interior bruto del país. Y mientras que los salvadoreños que mandan y reciben remesas navegan en la incertidumbre sobre cómo será su uso, Bukele, que continúa recibiendo críticas de la comunidad internacional por sus golpes de autoritarismo, opta por achacar las críticas exclusivamente a sus rivales políticos.

“La oposición torpe siempre juega ajedrez de un paso. Han apostado todo a meterle miedo a la población sobre la Ley Bitcoin y puede que logren algo, pero solo hasta el 7 de septiembre. Una vez en vigencia, la gente verá los beneficios, quedarán como mentirosos y perderán doble”, escribió el mandatario a finales de agosto. Este lunes, en esa misma red social, comenzó a calentar el terreno con mensajes en los que anunciaba la compra de las primeras monedas de bitcoin; hasta ahora han adquirido 400, a un valor de mercado de 21 millones de dólares (17,8 millones de euros). Sin embargo, las primeras horas desde la puesta en marcha de la cibermoneda no parecen haber despejado las dudas de los salvadoreños sobre su uso ni la incertidumbre del mundo que sigue a la expectativa de cómo funcionará el experimento de Bukele.

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La Asamblea Legislativa ha seguido con su proyecto y la pasada semana aprobó la creación de un fideicomiso de 150 millones de dólares (128 millones de euros) para garantizar la convertibilidad automática del bitcoin al dólar

El Salvador da este martes un paso de gigante hacia la incertidumbre económica al convertirse en el primer país del mundo en adoptar el bitcoin como moneda de curso legal. Convivirá con el dólar estadounidense, que sustituyó al colón hace 20 años en el país centroamericano de 6,5 millones de habitantes. Pese a las protestas de cientos de jóvenes en las últimas semanas, la criptomoneda es ya una realidad desde este martes, gracias a la Ley Bitcoin aprobada el pasado 8 de junio en la Asamblea Legislativa, donde el partido del Presidente de El Salvador, Nayib Bukele, cuenta con la mayoría. Ya no hay vuelta atrás. A partir de ahora, “todo agente económico deberá aceptar bitcoin como forma de pago cuando así le sea ofrecido por quien adquiere un bien o servicio”.

El autoproclamado como “el presidente más cool del mundo” ha querido pasar a la historia al implantar una moneda con la que pretende lograr un incremento del PIB del 25%, así como generar más empleo y, sobre todo, eliminar las comisiones de las remesas que envían los más de 2 millones de migrantes salvadoreños, principalmente desde EEUU y que representan el 20 por ciento del PIB. Todo son ventajas para Nayib Bukele, quien a golpe de tuit ha vendido los beneficios que tendrá la criptomoneda, entre los que destaca “generar inversión extranjera”.

“En ningún momento va a afectar a nadie”, ha destacado Bukele, quien ha querido eliminar toda “incertidumbre, confusión y dudas” a su iniciativa regalando 30 dólares en su equivalente a bitcoins a quienes descarguen gratuitamente en su teléfono la billetera electrónica o ‘wallet’, denominada ‘CHIVO’. Asimismo, se le otorgará la residencia a las personas extranjeras que inviertan tres bitcoins en El Salvador. El mandatario pretende así “promover la utilización del bitcoin en la economía y que la gente tenga un incentivo de bajarse la aplicación para que de esta manera arranque el sistema”. Solo en esta ocasión será imposible convertir la criptomoneda en dólares para extraerlos en un cajero automático.

“Todos van a tener bitcoins, hasta el que vende cocos”, resalta, al tiempo que ha querido dejar claro que “no es obligatorio” hacer las transacciones en criptomonedas, aunque todos los comercios y establecimientos deberán aceptar el pago en bitcoins y luego lo podrán recibir en dólares. Bukele pone como ejemplo el turista europeo que paga en euros en un restaurante de El Salvador, pero el dinero se recibe en dólares. Por tanto, insiste en que el uso de la moneda digital será “opcional”.

“Nadie va a recibir bitcoins si no lo desea”, aclara, pero sí estará obligado a ofrecer la posibilidad de que quien lo desee pueda pagar en esta moneda, cuyo valor y cambio en relación al dólar no lo marca el Gobierno, sino el propio mercado. Actualmente, el bitcoin que es la criptodivisa más cotizada en el mercado mundial, se cambia a 51.000 dólares, aunque su fluctuación es imprevisible.

PROTESTAS Y DESCONOCIMIENTO

Precisamente, esta falta de control sobre la moneda digital es lo que genera suspicacias entre parte de la población que se opone a la entrada en vigor de la Ley y que pide que sea derogada, al considerar que se va a utilizar para lavar dinero y que una gran parte de la gente que vive en la pobreza no va a tener acceso a esta moneda digital. Uno de los máximos detractores de esta iniciativa es un joven informático llamado Mario Gómez, quien fue detenido este miércoles tras haber advertido en redes sociales sobre los riesgos del empleo del bitcoin, si bien horas después fue puesto en libertad acusado de fraude financiero al haber creado, según la policía, “correos electrónicos falsos enviados a muchos usuarios del sistema bancario”.

La realidad es que existe un total desconocimiento de lo que va a significar para la economía salvadoreña la llegada del bitcoin que hasta ahora ya era utilizado por 50.000 personas en este país, según Bukele. La zona costera de El Zonte, un pequeño pueblo pesquero, fue la primera en aceptar el pago de bitcoins hace dos años en sus comercios y en el pago de salarios y ha sido puesta como ejemplo de éxito por el Presidente. Sin embargo, una encuesta realizada por la Universidad Centroamericana revela que ocho de cada diez personas no saben a cuánto equivale o dieron respuestas erróneas, mientras que siete de cada diez tienen una idea equivocada de lo que es esta moneda.

El Fondo Monetario Internacional ya ha avisado de los “riesgos significativos” que tiene el uso de la criptomoneda, mientras que la agencia calificadora de riesgo Fitch ha avisado que su adopción puede posibilitar violar leyes contra el blanqueo de capitales y permitir la financiación del terrorismo.

Pese a las críticas, la Asamblea Legislativa ha seguido con su proyecto y la pasada semana aprobó, tal como establece la ley, la creación de un fideicomiso de 150 millones de dólares (128 millones de euros) para garantizar la convertibilidad automática del bitcoin al dólar. Al mismo tiempo, el Ejecutivo ha instalado a contrarreloj 200 cajeros automáticos de bitcoin para convertir esta moneda en dólares estadounidenses y poder así retirarlos en efectivo. De esta manera, Bukele hace frente a la “campaña negra” en contra de su iniciativa y recalca que nadie “engañará” a la población como se hizo en 2001 con la adopción del dólar que eliminó para siempre el colón.